Dice la tradición que San Antón es el patrón de los animales porque ellos fueron su compañía cuando se retiró al desierto egipcio al oír en la iglesia el consejo que Jesús dio al joven rico: “Vende todo lo que tienes, da el dinero a los pobres y luego sígueme”, y eso mismo hizo.
Gn 1,1.20-28:
Al principio Dios creó el cielo y la tierra. Dios dijo: “Que las aguas se llenen de una multitud de seres vivientes y que vuelen pájaros sobre la tierra, por el firmamento del cielo”. Dios creó los grandes monstruos marinos, las diversas clases de seres vivientes que llenan las aguas deslizándose en ellas y todas las especies de animales con alas. Y Dios vio que esto era bueno.
Entonces los bendijo, diciendo: “Sean fecundos y multiplíquense; llenen las aguas de los mares y que las aves se multipliquen sobre la tierra”. Así hubo una tarde y una mañana: este fue el quinto día.
Dios dijo: “Que la tierra produzca toda clase de seres vivientes: ganado, reptiles y animales salvajes de toda especie”. Y así sucedió. Dios hizo las diversas clases de animales del campo, las diversas clases de ganado y todos los reptiles de la tierra, cualquiera sea su especie. Y Dios vio que esto era bueno.
Dios dijo: “Hagamos al hombre a nuestra imagen, según nuestra semejanza; y que le estén sometidos los peces del mar y las aves del cielo, el ganado, las fieras de la tierra, y todos los animales que se arrastran por el suelo”.
Y Dios creó al hombre a su imagen; lo creó a imagen de Dios, los creó varón y mujer.
Y los bendijo, diciéndoles: “Creced, multiplicaos, llenad la tierra y sometedla; dominad los peces del mar, las aves del cielo, los vivientes que se mueven sobre la tierra”.
Palabra de Dios.
O bien podeis leer:
Gn 2,19-20a: El hombre puso nombre a todos los animales
El Señor Dios modeló de arcilla todos los animales del campo y todos los pájaros del cielo, y los presentó al hombre para ver qué nombre les ponía. Porque cada ser viviente debía tener el nombre que le pusiera el hombre. Así, el hombre puso nombre a todos los animales domésticos, a todas las aves del cielo y a los animales del campo.
Palabra de Dios.
Bendición de los animales:
Bendito tú eres Señor Dios del universo. En tu infinita sabiduría tu creaste el universo y nos bendeciste con todas las criaturas vivientes. Yo especialmente te agradezco por confiarme a mi mascota, mi amiga, que me trae tantas alegrías y cuya presencia muchas veces me ayuda a través de los tiempos difíciles. Por favor, bendice a mi mascota y hazme un guardián responsable de tu criatura. Que podamos seguir dándonos alegría mutuamente y que sea un recordatorio de tu poder.
Así como mi mascota confía en mí para su cuidado, ayúdame a recordar en confiar en tu cuidado, para que haciendo esto compartamos en tu amor por todas tus criaturas. Y especialmente, recordamos a todas las especies en peligro de extinción y pedimos por tu ayuda para cuidarlas, y de esa manera, podamos continuar apreciando toda tu creación. Concédenos esto a través de Cristo nuestro Señor. Amén.