Normalmente tras la Semana Mayor, realizamos un pequeño resumen de detalles, de lo acontecido en nuestro Domingo de Ramos. Este año, el tiempo, y más concretamente la lluvia, no nos dejo disfrutar al 100% de nuestro gran día, de nuestro cortejo y de lo más importante, nuestro sagrados titulares en las calles de nuestra capital.
El pasado día 1 de Abril, nuestra Hermandad tenia prevista su salida a las 17.30 horas de la tarde, de la Iglesia de la Merced, según el nuevo horario. Justo a esa hora, una nube cargada de agua, se poso sobre la plaza de la Merced, impidiendo que la Cruz Guía pasara el umbral de la puerta. Por lo que, la Junta de Gobierno decidió retrasar media hora su salida procesional. A las 18.00 horas, había dejado de llover, por lo que la Cofradía se puso puntual en la calle. Ambos pasos, fueron recibidos por rayos de sol en su plaza, y con calurosos aplausos, de todos aquellos hermanos y fieles, que se encontraban a la espera. Pero la alegría no duro mucho. Alrededor de las 20.00 horas, cuando la Hermandad trascurría según su itinerario por la calle Reyes (paso de misterio) y por la calle Azucena (el palio de la Virgen), la lluvia volvió a hacerse ver. Por lo que tras consultarlo durante unos breves minutos, y la intensidad de la lluvia, la Junta de gobierno, decidió regresar al templo, por temor a que esta nube se prolongara y afectara al patrimonio de la Hermandad. Por circunstancias del recorrido, las imágenes del misterio fueron tapadas con plásticos y el palio de Santa María del Perdón, avanzo con su tramo de nazarenos por el camarín de la Virgen del Prado, atajando así su regreso a la Merced. Ya en la puerta, la lluvia se intensifico, y por la hora, el templo se encontraba en horario de misa, por lo que nuestro cuerpo de capataces, hermanos y costaleras, taparon el manto morado de nuestra Señora, intentando evitar su deterioro.
No mucho después llegaba el paso de nuestro titular, el Stmo Cristo Ultrajado y Coronado de Espinas. Donde una vez, que había dejado de llover, fue desprendido de los plásticos para entrar al templo donde ya le esperaba nuestra Señora del Perdón.
Desde aquí, dar las gracias a todos los hermanos, que nos acompañaron en tan difíciles minutos, al cortejo que alumbro y continuo al lado de nuestros titulares y a todos nuestros vecinos, que rezaron junto a la Hermandad, una vez dentro del templo, para pedir por todos y cada uno de nosotros.
Pero nuestra desilusión y el sabor amargo de esta semana santa, no acababa ahí. Desde estas líneas, queremos comunicar a todos los hermanos, que el pasado sábado día 7 de abril, por la mañana, durante el desmontaje y traslado de los pasos, fuimos conscientes de que la Hermandad había sufrido la sustracción de varias joyas del ajuar de nuestra titular, Santa María del Perdón. Dichas joyas se encontraban en su lugar habitual, en el armario que posee la Hermandad en el coro de la Iglesia de Sta María del Prado, la Merced.
Cuando nos procedíamos a cambiar a la Virgen, la caja que contenía las joyas, apareció en el armario totalmente vacía, sin que miembros de la Junta o Camarería hubiesen hecho uso de ella, desde el pasado Domingo de Ramos, cuando la Virgen ya vestida, se encontraba en su paso de palio. Inmediatamente se hizo constancia del hecho a la Policía Nacional, que se persono en el lugar de los hechos y que posteriormente nos atendió para poner la denuncia en las oficinas. La Hermandad ha presentado material fotográfico de todas las joyas robadas, las cuales, son de gran valor, especialmente sentimental, ya que muchas de ellas, fueron entregadas a nuestra titular por su fallecida Camarera N.H. Carolina Herrera Calvo. Desde aquí, consternados e incrédulos aún, por lo acontecido en nuestra Parroquia, y que afecta directamente a nuestra Señora del Perdón, hacemos un llamamiento a todo aquel que pueda conocer algo de su paradero. No se tomarán represarías contra ninguna persona, pues únicamente queremos recuperar lo que por derecho, le pertenece a nuestra titular, y estaríamos enormemente agradecidos, si en el anonimato, este ajuar fuera devuelto a ella.
Agradecer también, a aquellas personas y hermandades de nuestra capital, que nos han ofrecido su apoyo y que lamentan tanto como nosotros lo ocurrido.
Esperamos que en los próximos días tengamos noticias esperanzadoras, de este hecho, e informaremos a todos los hermanos, de los hechos concretos y avances, en la próxima convocatoria de hermanos.
Un saludo en Cristo.